Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos han alcanzado su «punto más bajo» y se encuentran en un «estado lamentable», según declaró el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a periodistas el miércoles, después de que el ejército estadounidense informara que un caza ruso obligó a un dron de la Fuerza Aérea de EE. UU. a estrellarse en el Mar Negro.
De acuerdo con Peskov, el presidente ruso, Vladimir Putin, fue informado del incidente, pero no hubo contacto al más alto nivel entre Moscú y Washington.
Peskov añadió que «Rusia no rechazó el diálogo constructivo y no lo rechaza ahora». También señaló una declaración del Ministerio de Defensa ruso publicada el martes que afirmaba que no hubo contacto físico entre las aeronaves.
El dron estaba llevando a cabo operaciones rutinarias en espacio aéreo internacional el martes cuando fue «interceptado e impactado por un avión ruso, lo que provocó un accidente y la pérdida total del MQ-9», dijo en un comunicado el general James B. Hecker, comandante de las Fuerzas Aéreas de Europa y África de EE. UU.
El embajador ruso en Estados Unidos afirmó que Rusia no desea una «confrontación» con EE. UU., pero «según lo vemos, los aviones estadounidenses no tienen ningún motivo para estar cerca de la frontera rusa».
Este incidente marca la primera vez que aviones militares rusos y estadounidenses han entrado en contacto físico directo desde que Rusia inició su invasión a Ucrania hace poco más de un año. Es probable que este suceso incremente las tensiones entre ambas naciones, ya que Estados Unidos califica las acciones de Rusia como «temerarias, irresponsables desde el punto de vista ambiental y poco profesionales».