El Sol, nuestra estrella madre, está mostrando signos de una actividad sin precedentes. Junio marcó el promedio mensual más alto de manchas solares en 21 años, un fenómeno que podría desencadenar potentes tormentas solares. Pero, ¿qué significa esto para nosotros en la Tierra y nuestras comunicaciones satelitales?
El Ciclo Solar y las Manchas Solares
Nuestro Sol es una gigantesca esfera de gas caliente cargada eléctricamente que genera un potente campo magnético. Este campo magnético pasa por un ciclo, conocido como el ciclo solar, que dura aproximadamente 11 años. Durante este ciclo, el campo magnético del Sol se modifica por completo, haciendo que los polos norte y sur del Sol cambien de lugar.
Las manchas solares, que son zonas en la superficie del Sol donde la temperatura es ligeramente más baja, son un indicador de la actividad solar. Estas manchas son causadas por los campos magnéticos y su número varía a medida que cambian estos campos. Actualmente, estamos atravesando el ciclo solar 25, que comenzó en diciembre de 2019 y se espera que finalice en 2030.
Un Récord de Manchas Solares
Aunque todavía falta para llegar al máximo de actividad solar, los expertos advierten que el Sol ya está registrando récords de manchas solares. Durante el mes de junio, el Sol produjo más de 160 manchas solares, el número mensual más alto en más de dos décadas.
Las manchas solares son zonas en las que la superficie del Sol, o «fotosfera», está un poco más fría. Mientras que la superficie del Sol tiene una temperatura de alrededor de 6.000 grados centígrados, las manchas solares tienen un promedio de unos 4.000 grados, unos 2.000 grados menos. Esta diferencia de temperatura hace que las manchas solares se vean más oscuras que sus alrededores.
Implicaciones de la Actividad Solar para la Tierra
Aunque el incremento de manchas solares no representa una amenaza directa para la vida en la Tierra, las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal asociadas a estas manchas pueden tener efectos significativos. Estas eyecciones son básicamente una enorme ráfaga de partículas eléctricamente cargadas que se dispersan por todo el sistema solar y que tienen una altísima energía.
Estas partículas pueden interactuar con el campo magnético terrestre y causar auroras boreales y australes. Además, las eyecciones de masa coronal pueden afectar a los satélites artificiales y, por ende, a las comunicaciones. En casos extremos, pueden incluso afectar las redes eléctricas terrestres.
Preparándonos para las Tormentas Solares
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) ha afirmado que hay un 20% de probabilidad de que la gran mancha solar pueda emitir una poderosa llamarada de clase X mientras aún está frente a la Tierra. Estas llamaradas pueden liberar tanta energía como 1000 millones de bombas de hidrógeno y pueden causar grandes perturbaciones en la Tierra, como apagones de radio de alta frecuencia y tormentas geomagnéticas.